Los libros nos enseñan a pensar, a viajar y a ser más libres. Su formato ha cambiado a lo largo de la historia. La piedra fue el soporte más antiguo de escritura que ha llegado hasta nuestros días, más tarde se encontraron unas tablillas de arcilla que servían para imprimir los caracteres en la arcilla antes de ser cocida. Ya en China, en el segundo milenio a.C. los libros se hacían con láminas de bambú unidas con cuerdas, y en la India se utilizaban hojas de palma seca. Cualquier soporte era útil, siempre y cuando el texto se conservara durante años. El cuerpo humano también se consideraba como un libro por medio del tatuaje. Los papiros del antiguo Egipto fueron los principales soportes de la escritura en las culturas mediterráneas de la antigüedad: Egipto, Roma y Grecia.
Poco a poco, el pergamino fue sustituyendo al papiro y ya en la Edad Media, el códice sustituyó al volumen, el libro pasó de ser un rollo continuo a un conjunto de hojas cosidas, formato tan eficaz que todavía se utiliza hoy, aunque el papel reemplazó al pergamino por su menor coste. La escritura y la lectura han sido, sin lugar a dudas, clave para el desarrollo de la humanidad.
Para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual se decidió crear el "Día Internacional del Libro". Fue idea del escritor valenciano Vicent Clavel, y Alfonso XIII y el presidente Primo de Rivera dieron su visto bueno para que se celebrara en Barcelona la primera Feria del Libro el 7 de octubre de 1926, día en el que nació el escritor Miguel de Cervantes. Aunque en 1930, cuatro años después, se trasladó al 23 de abril por dos motivos: por motivos meteorológicos y por la coincidencia de la fecha de la muerte de Cervantes y de William Shakespeare. Si bien la fecha de sus muertes coincide el 23 de abril de 1616, Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 del calendario juliano, 11 días más tarde, el 3 de mayo.
El "Día Internacional del Libro" tiene muchísima relevancia a nivel mundial. En 1995, la Conferencia General de la UNESCO lo proclamó como el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor". Aquí, en España, es en Cataluña donde más se celebra el Día del Libro, porque coincide con el Día de Sant Jordi, patrón de la comunidad. Es tradición regalar una rosa (símbolo de la pasión) y un libro.
Actualmente, la industria librera no pasa por uno de sus mejores momentos, y es que las ventas siguen cayendo. En 2013 se redujeron un 9,7%, a cotas de hace 20 años. Afortunadamente, las ventas no disminuyeron tanto en 2014. Por el contrario, las ventas del libro electrónico aumentan y ya se considera "la tercera revolución del libro en papel", la primera fue la aparición de la imprenta y del correo postal. Hoy, el 20% de la edición en España es digital.
Los hábitos de los lectores han cambiado y el soporte también. Los libros no solo abren nuestra mente y enriquecen nuestro conocimiento, sino que también estimulan nuestra imaginación, nuestros sentidos y nuestras emociones. Cada día, cada uno de nosotros escribe su propio libro, su propia vida y rellena cientos de páginas en blanco sin saberlo. Por cierto, felicidades a todos los Jorge, los Jordi y a mi primo Alberto, que hoy también es su cumpleaños. ¡Feliz Día del Libro!
Graaacias primo!!
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